Los olivos son una de las plantas más antiguas cultivadas por el hombre, y sus frutos, las aceitunas, son utilizadas en la gastronomía de muchas culturas alrededor del mundo. Se estima que existe una gran variedad de olivos, aunque no se sabe con exactitud cuántas son, ya que algunos expertos aseguran que existen alrededor de 800 variedades, mientras que otros hablan de más de 1.000.

Entre las variedades más comunes se encuentran:

• Arbequina: originaria de Cataluña, España, es una de las variedades más apreciadas por su sabor suave y dulce.
• Picual: cultivada mayormente en Andalucía, España, es considerada la variedad más importante a nivel mundial por su alta producción de aceite.
• Hojiblanca: también originaria de Andalucía, es muy valorada por su alto contenido en ácido oleico.

Además de estas, podemos encontrar otras variedades como la Leccino, la Frantoio, la Koroneiki, entre muchas otras.

Cada variedad de olivo presenta características particulares que le dan un sabor y aroma únicos a sus aceitunas, y es por esto que su cultivo y producción es muy valorado en la industria gastronómica y aceitera.

¿Qué variedad de olivo es mejor?

Si estás pensando en cultivar olivos, seguramente te preguntarás qué variedad es la mejor para ti. En realidad, no hay una respuesta única a esta pregunta, ya que lo que es mejor para ti dependerá de varios factores. Sin embargo, podemos proporcionarte algunas pistas para que puedas decidir qué variedad de olivo se adapta mejor a tus necesidades.

En primer lugar, debes tener en cuenta la zona donde vives. Esto es importante porque no todas las variedades de olivo son adecuadas para todas las zonas geográficas. Cada variedad tiene unas características específicas en cuanto a clima, tipo de suelo y temperatura, por lo que debes elegir una variedad que sea resistente a las condiciones climáticas de tu zona.

Por otro lado, debemos tener en cuenta el uso que se le va a dar al aceite que se obtiene de los olivos. Si buscamos obtener un aceite de oliva de alta calidad, nuestras opciones podrían ser diferentes a las de alguien que busca una producción en masa. Hay varias variedades que producen aceite con unas características especialmente valoradas en la venta y que suelen utilizarse en producciones de alta calidad.

Otro aspecto importante es el cuidado que se le vaya a dar al olivar, ya que algunas variedades requieren más atención que otras. Por ejemplo, algunas variedades necesitan ser podadas con más frecuencia, mientras que otras son más resistentes a plagas y enfermedades.

Por último, es importante destacar que aunque algunas variedades de olivo son más valoradas que otras por su producción de aceite, cualquier olivo bien cuidado puede producir aceite de excelente calidad. La elección de la variedad es un aspecto importante, pero no es el único que debes considerar si deseas cultivar olivos.

¿Cuántos tipos de olivos hay en España?

En España, existen más de 200 variedades de olivos, lo que convierte a este país en uno de los más ricos en cuanto a diversidad de aceitunas. Sin embargo, algunas de estas variedades son más populares que otras.

Una de las especies más conocidas en España es la Picual, que representa aproximadamente el 50% del total de las plantaciones de olivos en el país. Esta variedad es muy resistente y produce un aceite con sabor a hierba y a frutos silvestres.

Otra especie popular es la Arbequina, que se cultiva principalmente en Cataluña. Se caracteriza por su sabor suave y afrutado, con notas de manzana y almendra. Esta variedad se utiliza para hacer aceites de alta calidad.

Por otro lado, la Hojiblanca es una variedad originaria de Andalucía, que se utiliza principalmente para la producción de aceite de calidad medio-alta. El aceite de Hojiblanca tiene un sabor suave, con notas de frutas frescas y un toque amargo.

También encontramos la variedad de olivo Lechín, que se cultiva principalmente en la región de Jaén. Esta aceituna tiene un alto contenido en ácido oleico, por lo que se utiliza principalmente para la producción de aceite de oliva virgen extra.

En conclusión, aunque existen numerosas variedades de olivos en España, cada una con sus características particulares, las cuatro especies mencionadas son las más populares y utilizadas para la producción de aceite de oliva.