Los olivos ornamentales son una especie muy común en jardines y parques gracias a su elegante forma y follaje perenne. Una de las tareas principales en el cuidado de estos árboles es la poda, que se realiza para mantener su forma y evitar que crezcan sin control.

En general, se recomienda podar los olivos ornamentales en primavera, cuando las temperaturas empiezan a aumentar y los brotes comienzan a aparecer. De esta forma, se promueve el crecimiento saludable del árbol y se evitan daños a la hora de cortar las ramas gruesas.

Es importante tener en cuenta que no se debe podar durante el invierno, ya que la planta se encuentra en reposo y la poda podría ocasionar daños graves. Además, tampoco se recomienda hacerlo en verano, ya que en esa época los árboles están produciendo nuevas hojas y el estrés de la poda podría comprometer su salud.

En resumen, la mejor época para podar los olivos ornamentales es en primavera, cuando el árbol se encuentra en una etapa de crecimiento activo. De esta forma, se garantiza su salud y se ayuda a mantener una forma elegante y equilibrada en el jardín o el parque.