La recolección de la aceituna es una de las actividades agrícolas más importantes en los países mediterráneos, como España. Se trata de la recolección de las aceitunas, el fruto del olivo, que sirve para producir uno de los aceites más preciados del mundo.

En general, la temporada de recolección de la aceituna comienza en el mes de noviembre, aunque este plazo puede variar en función de la zona geográfica. Por ejemplo, en Andalucía, la principal zona productora de aceite de oliva en España, este proceso suele iniciarse a finales de octubre.

El método de recolección puede variar, aunque el más utilizado es el de la recolección manual. Este método consiste en la recogida de las aceitunas a mano, utilizando peines o rastrillos especiales que se adhieren al árbol para desprender los frutos. También existen métodos mecánicos que permiten recolectar de forma más rápida, aunque menos selectiva.

La calidad del aceite de oliva depende en gran medida de la correcta elección del momento de la recolección. Las aceitunas pueden ser recolectadas en diferentes fases de maduración, desde que están verdes hasta que ya han adquirido un color oscuro. En general, se recomienda la recolección temprana, cuando las aceitunas aún están verdes y contienen un mayor porcentaje de ácido oleico, lo que se traduce en una mayor calidad del aceite.

En definitiva, el momento de la recolección de la aceituna es un factor clave para la obtención de un aceite de oliva de calidad. En general, la temporada suele comenzar en noviembre y se realiza de forma manual o mecánica. Además, se recomienda la recolección temprana para obtener los mejores resultados.