¿Qué nos hace distintos, especiales y mejores? ¿Qué tenemos para que el cliente nos elija? En una palabra: DIFERENCIACIÓN. Esa debería de ser la estrategia que nos haga desmarcarnos de nuestra competencia, ya sea en el aceite de oliva virgen extra o en cualquier otro producto o servicio que ofrezcamos.

Pero a esa diferenciación hay que añadir algo más: COMUNICACIÓN. De nada sirve que haya propuestas muy originales y diferentes si no tienen un desarrollo comunicativo posterior. Si nos quedamos en lo externo y no entramos en el fondo, no conseguiremos nuestro objetivo, que es que el cliente elija el producto o servicio que le ofrecemos.
Lo que no se comunica no existe.
Y no vale cualquier tipo de comunicación. Hoy en día nos bombardean con miles de mensajes diarios a través de diferentes medios, por lo que hay que elegir muy bien el tipo de información que queremos dar de nuestro producto.

Los expertos hablan de la importancia de comunicar historias cargadas de EMOCIÓN, porque recordamos lo que nos emociona y nos emocionan las historias. La historia de un producto, contada desde la cercanía y con el punto justo de emoción puede ser el detonante que marque la diferencia para que nos elijan.
Apostemos por la diferenciación y comuniquemos, con emoción y desde la cercanía.
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veronica.f.rodriguez@gmail.com